LA MODA EN LA ADOLESCENCIA
Muchos adolescentes están atrapados por la moda. Como una gran piedra imantada les atrae con una fuerza que ellos no pueden controlar. Sin poderlo evitar son zarandeados por las oleadas de la moda. Ella les hace vestirse de una determinada manera, llevar el tipo de peinado que se lleva, colgarse un piercing o tatuarse un dibujo en la piel, escuchar su música, leer sus revistas y hablar a su manera.
¿Por qué siguen nuestros hijos la moda?
En el momento vital en que se encuentran, la ropa se convierte en la gran aliada de los adolescentes. La forma de vestirse la identifican con la forma de ser. Para un chico o una chica no es indiferente ponerse una cosa u otra, incluso “ponerse cualquier cosa” tiene su razón de ser. Aunque ellas comienzan antes, la preocupación por la ropa también les afecta a ellos.
Ir a la moda lo interpretan como ir a su manera. La moda juvenil (algunos la llaman subcultura) les permite identificarse con su grupo y reivindicar su oposición a los criterios adultos. Llevar pantalones caídos (la cintura ya no está en la cintura) o rotos, sudaderas enormes, camisetas ceñidas con dibujos, números y letras, tops que no llegan al ombligo, peinados “despeinados”, zapatillas de lona, una flecha atravesando la lengua o una visera sin que haga sol les diferencian lo suficiente para distanciarse del mundo adulto, de hecho, sus padres estarían ridículos con “esas pintas”. Ellos, en cambio, se sienten bien, quizá porque les sienta bien.
Utilizan la ropa como un sistema de signos para comunicarse con sus iguales, con quienes comparten un mismo código. Los padres no interpretan del mismo modo ese lenguaje, por eso no suelen entenderse con sus hijos en este tema y muchas veces se convierte en fuente de conflictos.
La ropa comunica
La ropa es un medio de comunicación: con ella se dicen muchas cosas y los adolescentes se han dado cuenta que una imagen vale por 3 mil palabras y quieren utilizarla para expresarse.
De pequeños solían aceptar la ropa que su mamá decidía y, conforme crecen, sus opiniones se hacen mas patentes y ambos padres tienen que llegar a acuerdos con ellos. En la adolescencia saben lo que quieren, y no se trata sólo de escoger la ropa, sino de definir que son diferentes, autónomos y que toman sus decisiones.
Con la ropa, los peinados y los adornos buscan reafirmar su propia identidad, reflejar una personalidad única y original; aunque en realidad todos los adolescentes se visten de forma parecida, y lo que logran es mostrar y comunicar lo que caracteriza a su generación.
Están orgullosos de su vestimenta, porque instintivamente buscan que sus compañeros los miren y reaccionen. Así se sienten apreciados por parecerse a su grupo, y porque cada elemento del vestuario es un signo de pertenencia.
Con la ropa, los peinados y los adornos buscan reafirmar su propia identidad, reflejar una personalidad única y original; aunque en realidad todos los adolescentes se visten de forma parecida, y lo que logran es mostrar y comunicar lo que caracteriza a su generación.
Están orgullosos de su vestimenta, porque instintivamente buscan que sus compañeros los miren y reaccionen. Así se sienten apreciados por parecerse a su grupo, y porque cada elemento del vestuario es un signo de pertenencia.
Un ejemplo de famosa adolescente es Miley Cyrus, y claro está que viste a la moda. Entre las adolescentes es admirada por su forma de vestir: cambia de estilo, un día puede ir con un look totalmente desenfadado y otro mas arreglada.
Los afanes adolescentes por la ropa de marca
Lujos y razones suelen ser un punto de contradicción que rebasa a muchos adolescentes: es difícil que comprendan que una playera cubre la misma función tenga o no la marca o estilo de moda, y para muchos de ellos se vuelve un problema vital el hecho de comprar los artículos que la publicidad les sugiere.
Por ejemplo, uno de los artículos donde la juventud encuentra una fuente de originalidad y definición de su personalidad son los tenis. Los fabricantes, sin ningún pudor o prudencia, han generado toda clase de artilugios, colores, plataformas, y diseños para crear verdaderas obras en cada par de tenis. Muchos dicen ser ergonómicos, aunque otros son simplemente llamativos. El caso es que los adolescentes encuentran en sus tenis una forma de comunicación y la distinción de su propia personalidad.
Cuando los tenis sirven para algo más que caminar, son una señal de identidad y una forma simbólica de juventud, estatus, originalidad y estilo personal.
Esto puede llegar a ser un problema ya que un/a adolescente puede ser discriminado/a por no llevar ropa de marca o no ir como la mayoria del grupo y a veces ese pensamiento hace que muchos jóvenes de hoy en dia no tengan su propio estilo por tener miedo a ser desplazado del grupo o criticado.
Extravagancias y juventud
A los jóvenes les gustan probar nuevas alternativas: su creatividad está en ebullición y cada aspecto de su vida es una prueba de ello.
En cada generación los adolescentes prueban nuevas formas y colores. Cada grupo de jóvenes muestra su ideología a través de su ropa, sus peinados, sus maquillajes. De hecho, todos incluidos, los adultos nos mostramos a través de la ropa.
El que un adolescente pruebe nuevas formas de presentarse es comprensible e incluso deseable: muestra que está madurando, que “le gusta gustar”, que se adorna y se preocupa por su forma de parecer, que tiene deseos de seducir, se arregla como búsqueda de la propia personalidad. Si algún día la extravagancia se exagera, es una prueba de su búsqueda de creatividad y originalidad.
Los medios y las modas
Los jóvenes en esa época de búsqueda de sí mismos, los/as chic0s/as eligen a personajes y se orienten a copiar a sus artistas favoritos que son tomados como modelos.
En esa imitación los elementos más visibles son la ropa, los peinados y las formas de comportamiento aprendidas en casa, lo cual suele olvidarse cuando el chico encuentra nuevos modelos.
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